Dado que
cada día pareciera ser más inminente la convocatoria a unas nuevas elecciones
presidenciales y a propósito de la publicación del Monitor País del mes de
febrero por parte de la encuestadora Hinterlaces siento que es oportuno retomar
el análisis de posibles escenarios electorales.
Quienes
leyeron este blog de cara las presidenciales del 2012 pudieron ver la gran
disparidad existente entre las diferentes encuestadoras, e inclusive la
variación entre mediciones de algunas casas encuestadoras. Fue mi propósito
durante aquellas elecciones tratar de señalar estas inconsistencias, en este
ejercicio seguiré en la misma senda pero aprovecharé a usar varias lecciones
aprendidas entonces.
La primera,
y más importante, es que cada casa encuestadora tiene un sesgo intrínseco. Esto se puede deber a muchas razones que es imposible determinar dada la poca
información que las encuestadoras hacen disponible, podrían ser sesgos
intencionales (es decir políticos) o sin intención (causados por errores
sistemáticos en los instrumentos y asunciones realizadas).
La segunda,
y que resulto relativamente sorpresiva, es la existencia de poca consistencia
por parte de algunas encuestadoras que dificulta la estimación del sesgo.
Cabe destacar
que el escenario venezolano de encuestas y encuestadoras resulta completamente
absurdo y excepcional a estudiosos de encuestas. Después de conversar sobre el
caso venezolano con uno de los varios estudiosos que pronosticó las elecciones
de Estados Unidos llegamos a la conclusión de que la aplicación directa –al caso
venezolano- de los modelos de estimación de resultados usada en EEUU es difícil
si no imposible.
Punto de
partida: Monitor País (Febrero) de Hinterlaces
Hace unos días
se hizo publicó el informe del Monitor País de la firma Hinterlaces. En este se
le da al candidato oficialista (el vicepresidente Nicolas Maduro) un 50% de intención
de voto, mientras que al ex-candidato opositor (el gobernador de Miranda
Henrique Capriles) se le da un 36% de intención de voto, eso deja 14% en el
aire.
Si tomamos
los números de Hinterlaces y los llevamos a un escenario polarizado, en el que
el 14% restante o bien deja de votar o bien se divide proporcionalmente entre
ambos, entonces tendríamos que el escenario que plantea Hinterlaces seria de un
58% para el candidato oficialista y un 42% para el candidato opositor. Esto significaría
entonces que Maduro obtendría un mayor porcentaje de votos que el presidente Chávez
en las elecciones del 2012.
Sin embargo, al considerar el sesgo que tuvo
Hinterlaces en esa elección (alrededor de 3 puntos a favor del oficialismo y
que estimé en este blog con anterioridad, Análisis post-electoral)
entonces vemos que el escenario que plantea Hinterlaces es la repetición de las
presidenciales de Octubre: Oficialismo 54% - Oposición 45%. Estos números están
resumidos en la siguiente tabla.
PSUV
|
MUD
|
|
Intención de
voto (IV)
|
50%
|
36%
|
IV
escenario polarizado
|
58.14%
|
41.86%
|
Sesgo
elección 2012
|
3.89
|
-3.25
|
IV
polarizada corregida
|
54.25%
|
45.11%
|
Qué
significa esto? Que casi cuatro meses después de las presidenciales de Octubre
los dos grupos políticos venezolanos siguen siendo relativamente iguales. Esto
no es particularmente sorpresivo ya que desde entonces no ha habido ningún evento
importante que cambie las percepciones, por lo menos no las iniciales.
Ahora, para
cada uno de los dos grupos políticos esto puede tener lecturas diferentes.
- Para el oficialismo: por un lado es bueno saber que a pesar de la ausencia del presidente Chávez su candidato cuenta con un buen punto de partida. Sin embargo, también demuestra que los ataques a la oposición no han resultado ser útiles ya que no han disminuido el grupo de electores que apoyó a esta opción en las presidenciales y en las regionales. Para el oficialismo es un problema que el voto duro de la oposición ronde el 45%.
- Para la oposición: es bueno saber que las dos derrotas electorales sufridas –y los “casos de corrupción” presentados en la Asamblea- no han mellado su apoyo y por lo tanto parten de una mejor posición que en la pasada elección de Octubre. Por el otro, siguen siendo minoría y siguen estando a 10 puntos del candidato oficialista, en una elección rápida y con un alto componente emotivo les puede resultar difícil remontar.
En base a
este escenario inicial que estrategia, creo yo, que deben de seguir los actores
políticos?
- El oficialismo tiene todas las cartas pues es el único actor que puede definir cuándo se convocan a elecciones. La labor de los dirigentes oficialistas entonces se limita a mantener la emotividad alta dentro de sus filas para evitar que quienes los apoyan se desmotiven y desmovilicen. Es importante resaltar que el tiempo juega tanto a favor como en contra de Maduro. Tomarse un tiempo le permitirá afianzarse en el poder, sin embargo también es cierto que el presidente Chávez era inmune a muchas críticas de parte de quienes lo apoyaban y más bien la ineficiencia de la gestión gubernamental recaía en su equipo de gobierno, el cual Maduro lidera ahora por lo tanto prolongar su estadía sin elecciones puede generar visiones críticas dentro de quienes apoyan al oficialismo.
- La oposición básicamente está a la deriva en lo que se refiere a fijar el cronograma y por lo tanto debe actuar proactivamente más que reactivamente. Bien si repite Capriles o si se nombra otro candidato este debe dedicarse de lleno a una no-campaña electoral. Digo a una no-campaña por que no se puede dar la impresión equivocada mientras el presidente se encuentra hospitalizado. El objetivo de la oposición es por lo tanto, por un lado mantener el apoyo de quienes les dieron el voto tanto en Octubre como en Diciembre por un lado y desmotivar la participación de aquellos chavistas con dudas (bien sean dudas sobre la gestión, sobre Maduro, etc). Para esto vuelve a ser necesario que los radicales se aplaquen ya que lo único que estos logran es ahuyentar a quienes ven con buenos ojos a la oposición moderada a la vez que motiva a los chavistas desilusionados a darle más oportunidades al oficialismo. Si recordamos la teoría del votante mediano de Anthony Downs (1957) veremos que el espacio a conquistar es el centro, no los extremos! En este aspecto la campaña de la oposición de cara al 7-O fue efectiva, sin embargo, fallaron en generar dudas suficientes en un sector del oficialismo que –a falta de que cambien el voto- los desmovilizara.
En fin,
vemos que a casi cinco meses ya de la re-elección del presidente Chávez el
escenario político ha cambiado poco. Si en el oficialismo están preparados tal
vez este sea el mejor momento para llamar a elecciones, veremos que pasa…
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