Este análisis, originalmente escrito en inglés como contribución al blog “Venezuelan Politics and Human Rights” lo traduzco, con ciertas modificaciones, en esta entrada del blog. (El artículo original se encuentra aquí).
Faltando un
poco más de un mes para las próximas elecciones presidenciales en Venezuela las
encuestas siguen sin reflejar claramente el escenario electoral. Durante este último
mes ha sido publicado un nuevo grupo de encuestas con resultados en el rango de
20 puntos a favor del Presidente Chávez hasta 2 puntos a favor de Henrique
Capriles Radonski. Dada esta divergencia sigue siendo útil el ejercicio presentado
el mes pasado (ver aquí). En esta oportunidad utilizaré entonces las
correcciones definidas en la oportunidad anterior y las aplicaré a la última
encuesta disponible de cada encuestadora para ver la evolución del panorama.
Recapitulando
Primero,
hagamos un breve repaso al post anterior. En esa oportunidad argumenté que las
encuestadoras tienden a errar, típicamente, en una dirección específica (a favor
del gobierno o de la oposición), esto permite determinar unas medidas de sesgo
con las cuales corregir las actuales predicciones. Segundo, en esa oportunidad
resalté la existencia de dos escenarios basados en la historia electoral
reciente de Venezuela: 1) un escenario en el que las encuestas dan a la oposición
por delante, pero en los que el gobierno gana (2004 y 2009); 2) un escenario
en donde el gobierno va por delante pero la oposición gana o llega muy cerca de
hacerlo (como en 2007 y 2010). Estos dos escenarios sirven como base de dos
medidas de “corrección” para las encuestas actuales. Una tercera medida de corrección
se basa en el promedio de todos los errores para las elecciones anteriores. Estos
términos de corrección se pueden apreciar en la Tabla 1.
Tabla 1. Sesgos por encuestadoras y proceso electoral
A propósito
de unos comentarios muy útiles que he recibido quisiera explicar brevemente
porque escogí el promedio de todas las encuestas pre-electorales para crear mi término
de corrección, en vez de usar la última encuesta.
Varios
comentarios recibidos me sugerían que al promediar todas las encuestas de cada
encuestador dentro de un ciclo electoral, sin importar cuando fue realizada la
encuesta, estoy penalizando a las encuestadoras “buenas” que predijeron
correctamente una evolución cambiante en el transcurso del ciclo electoral (por
ejemplo en el referéndum del 2004 la oposición estaba por delante en Junio pero
el gobierno la pasó en los dos últimos meses. Esta preocupación es válida. Sin
embargo, podemos ponerlo gráficamente y ver la figura 1. Aquí se puede observar
las diferentes predicciones realizadas por cada encuestadora para la elección parlamentaria
de 2010. También se puede ver una línea horizontal que demarca el porcentaje real
de votos obtenidos por el gobierno (rojo) y la oposición (azul), la elección estuvo
tan cerrada que las líneas parecen una sola.
Figure 1. Evolución
a través del tiempo de la intención de
voto de diferentes encuestadoras par alas elecciones parlamentarias de 2010
El problema entonces está en que al no existir una medida valida de opinión pública “real” en ningún
punto antes de la elección no existe ninguna forma confiable de evaluar ninguna
encuesta. Además, existe un problema intrínseco con solo usar la última
encuesta antes de la elección. Si solo usamos la última encuesta para estimar
el sesgo podríamos errar y dar una evaluación positiva a encuestadoras malas. Digamos
que existen dos encuestadoras - una que consistentemente favorece al gobierno y
otra que consistentemente favorece a la oposición. A medida que avanza la
campaña dan encuestas muy diferentes pero al final las dos llegan al resultado “correcto”.
¿Significa esto que sus encuestas no estaban sesgadas? Claro que no.
Así pues esto termina siendo una decisión analítica de: a quien penalizar y a quien
premiar. Si utilizamos el promedio –como hago yo- penalizamos a las
encuestadoras buenas; si utilizamos la última encuesta premiamos a las malas.
Yo prefiero penalizar a las encuestadoras buenas antes que premiar a las malas
porque me parece el mejor de dos males. Además, en esta etapa de la elección,
la preocupación de la gente es sobre la veracidad y validez de las encuestas
actuales y no de las que saldrán justo antes de la elección.
La elección del 2012 – Actualización de Agosto
Desde mi
ultimo análisis al final de Julio, varias encuestas nuevas se han hecho
publicas; la mayoría de ellas con campo entre finales de Julio y principios de
Agosto. La única encuestadora de la cual no tengo ninguna encuesta nueva es
Keller; por lo tanto no será incluida en este análisis (esta exclusión no
afecta los resultados del análisis). La tabla 2 muestra las predicciones con
las fechas de cada encuesta y las tres correcciones mencionadas anteriormente:
la corrección del escenario 2009 donde la oposición estuvo por debajo de su predicción; la corrección 2010 donde
el gobierno estuvo por debajo de su predicción; y la corrección promedio.
Como se
puede ver en el escenario 2010, el mas competitivo - y yo creo el mas realista –
ninguna encuestadora tiene a Chávez por encima del 50% (después de la corrección);
la que da mas intención de voto es Varianzas con 49%. Con respecto a la oposición,
la única encuestadora que da a Capriles una predicción corregida de menos de
30% es Hinterlaces, el resto al contrario dan una intención de voto a Capriles
en el rango de 35 a 44.
Tabla 2.
Ultima predicción disponible, por encuestadora, para la elección del
2012 y corrección masada en dinámicas electorales alternativas
Finalmente,
cuando vemos estas encuestas corregidas juntas (tomando el promedio del escenario
2010) y las comparamos con los resultados del
grupo de encuestas anteriores obtenemos la figura 2. Aquí hay varias
cosas importantes que resaltar:
1) Chávez se mantiene debajo del 50%. Su
promedio, aunque baja un poco se mantiene estable. En esta oportunidad, sin
embargo, pareciera que el rango de sus valores se encogió lo que significa que
las diferentes encuestadoras están de alguna forma llegando a un consenso en la
ubicación numérica de Chávez.
2) Los números de Capriles han
aumentado de 34 a 37. Considerando que Chávez esta en 46 esto ubica la diferencia
entre ambos en 9 puntos porcentuales. Sin embargo, a diferencia de los números de
Chávez el rango de certeza de alrededor del promedio de Capriles aumento, lo
que significa que hay poco consenso entre los encuestadores de la ubicación real
de Capriles.
Figura 2. Promedio de rango de las predicciones corregidas (escenario
2010) par alas encuestas de Julio y Agosto.
Como van
las cosas puedo decir que la elección se esta haciendo mas cerrada. En muchos países
una diferencia de 10 puntos se consideraría una victoria segura del candidato a
la relección. Sin embargo, hay varios factores que hacen que Venezuela sea
diferente. Primero, existe un número muy grande de electores indecisos (como un
20%) Su decisión de votar o no puede tener un impacto significativo,
especialmente en el escenario de que se decanten masivamente por una
alternativa. Segundo, Capriles ha venido aumentando su intención de voto
consistentemente, inclusive en encuestadoras pro-gobierno, mientras Chávez
permanece estático. Si esta tendencia continua, entonces Capriles estará en posición
de cerrar la diferencia que existe entre ambos.
Además de
todo esto, la explosión en la refinería de Amuay en la que murieron al menos 39
personas podría impactar la elección. Esto es el equivalente a lo que se
denomina en política estadounidense una “Sorpresa de Octubre” (porque es un mes
antes de las elecciones en Noviembre, algo de último minuto que altera la elección).
Un buen manejo de la crisis por parte del gobierno puede mejorar la posición de
Chávez en las encuestas, mientras que una mala gestión puede terminar de
convencer a los indecisos a votar en su contra.
Similarmente, una politización extrema de esta por parte de la oposición
puede impactar negativamente a Capriles ya que podría recordarle a los
indecisos a la oposición pre-2006.
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Un último punto es que estos resultados son consistentes con el último análisis de combinación de encuestas que publiqué el día de ayer (ver aquí).