19 febrero 2018

Venezuela: Dirigencia sin Liderazgo

Iñaki Sagarzazu, Texas Tech University
Juan Manuel Trak, Investigador y Consultor Independiente. 

Para nadie es un secreto que Venezuela sufre una profunda crisis de liderazgo. A principios de enero la oposición fue duramente criticada por nombrar una directiva en la Asamblea Nacional poco inspiradora, y que en sus primeras palabras demuestra una desconexión total con la realidad que vive el país. Así mismo, el gobierno lucha ferozmente para aplacar cualquier posibilidad de división interna que debilite al presidente Maduro de cara a las presidenciales que deberían ocurrir este año. Esto claro no es novedad, el año 2017 ya había demostrado que tanto en el seno de la dirigencia del gobierno como en el de la oposición no existe un liderazgo capaz de generar confianza suficiente para unificar al país. 

El problema del liderazgo es que mientras en el gobierno mantienen la añorancia al líder que se les fue temprano, en la oposición cada uno cuenta con una agenda distinta, desconectada de la realidad y de la magnitud del problema que se vive. Vemos dirigentes políticos que se pelean entre ellos para posicionarse en la delantera en unas eventuales elecciones sin darse cuenta del daño que eso le hace a la sociedad. 

 La confianza es una evaluación que hacen los ciudadanos de las diferentes instituciones y actores presentes en el sistema político (Stokes, 1962). Esta se construye a partir de las expectativas y experiencias que cada persona tiene sobre lo que cada actor o institución debería hacer y si, según quien evalúa, dicho actor o institución está cumpliendo con esas obligaciones. De modo que, la confianza no es únicamente una evaluación sobre lo que un líder ha hecho, sino una prospectiva sobre lo que hará en el futuro. 


Figura 1: Confianza media de los principales líderes políticos en Venezuela, Diciembre 2017 



Basados en los datos de una encuesta reciente[1] podemos evaluar el estado del liderazgo político en Venezuela. La figura 1 muestra el promedio de confianza que los ciudadanos tienen en cada uno de los líderes políticos incluidos en la encuesta (Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, Henrique Capriles Radonski, Leopoldo López, Juan Pablo Guanipa, Henry Ramos Allup, María Corina Machado, Henry Falcón y Andrés Velásquez). La conclusión principal de este es que los líderes políticos más importantes del país no gozan de la confianza de la gran mayoría de los ciudadanos. Con una puntuación por debajo de la media teórica de cinco, Nicolás Maduro (PSUV) es el líder político con el nivel de confianza medio más alto, con 3,88. Por su parte, Leopoldo López (VP) es el segundo mejor valorado con una media de 3,37. Todavía por encima de tres puntos están Diosdado Cabello (3,25) y Henry Falcón. En quinto y sexto lugar, Henrique Capriles (2,75) y Henry Ramos (2,74); respectivamente. Les siguen Juan Pablo Guanipa (2,71) y María Corina Machado (2,48). Finalmente, Andrés Velásquez es líder con la media de confianza más baja, 2,21. 

Evaluación de Líderes por Auto-definición política 

En este punto cabe preguntarse, ¿cómo en un momento de crisis económica tan profunda con consecuencias sociales y personales tan dramáticas, el líder con mayor nivel de confianza es, precisamente, aquel con mayor responsabilidad sobre esta situación? La respuesta a esta interrogante se encuentra al segmentar las medias de confianza según identificación política. Para esto se dividió la muestra en base a la autodefinición política en cinco categorías: Chavista resteado con Maduro, Chavista descontento con Maduro, De ninguno, De oposición pero no con la MUD, y Resteado con la MUD”. 



 Figura 2: Auto-definición política de los venezolanos 



La Figura 2 muestra la fragmentación de la opinión pública venezolana. El grupo más grande es aquel que se define como de ninguno, es decir, 34% de los venezolanos no se ve representado por ninguna de las opciones políticas existentes en el panorama político actual. Quienes apoyan al presidente Maduro son el segundo grupo más grande con 23%. A estos les siguen quienes se dicen opositores pero no apoyan a la MUD con casi 18%, mientras que los que apoyan incondicionalmente a la MUD es el 16%. Finalmente, los chavistas descontentos representan el 9% de la población. Ahora bien, si agregamos en dos grupos chavistas (descontentos y resteados con Maduro) y opositores (Resteados con la MUD y no con la MUD), se observa que en Venezuela hay tres grandes segmentos políticos de igual tamaño: el Chavismo con 32,15%; los Opositores 33.07%, y quienes dicen ser de ninguno con 34,08%.

La Figura 3 muestra las medias de confianza de los cinco líderes "mejor" valorados según distribución según auto-definición política. En términos generales, se observa que quienes apoyan a Nicolás Maduro tienen mayores niveles de confianza hacia sus líderes que quienes están resteados con la MUD. Así, mientras que entre los seguidores de Maduro las medias de confianza hacia este y Cabello son altas, 8,83 y 7,72; respectivamente, aquellos resteados con la MUD son muchos más críticos con sus líderes. Leopoldo López es el que mejor nivel de confianza tiene en este grupo con 6,87; seguido de Henry Falcón con 5,65 y Capriles con una confianza media de 5,29. Por su parte, en el segmento de descontentos con Maduro, la confianza en este sigue siendo relativamente alta con una media de 6,18; mientras que Cabello baja a 4,83. En el caso de los opositores no MUD, Leopoldo López es quien goza de mayor confianza con 4,88, seguido de Falcón 4,21 y Capriles 4,01. 

Finalmente, en el grupo que se identifica como de ninguno, la confianza promedio de todos los líderes es muy baja. Siendo el menos malo Leopoldo López con una media de 2,74; seguido de Henry Falcón con 2,53 y Nicolás Maduro con 2,47.

Figura 3: Confianza media de los venezolanos hacia los dirigentes políticos más importantes según auto-definición política 


Confianza y participación

La literatura académica ha encontrado que la confianza sirve para explicar por qué la gente participa en política. Estudios han encontrado que una confianza alta en el gobierno y sus líderes aumenta la participación en elecciones y también aumenta el nivel con el que los ciudadanos siguen las indicaciones de sus gobiernos (Scholz, 1998). Por el contrario, una baja confianza (en el gobierno y sus líderes) aumenta la participación en protestas en contra del gobierno. Asimismo, una baja confianza en los líderes políticos abre el camino a `outsiders' (Hetherington 1999).

Entre las preguntas del estudio se indaga sobre la participación del entrevistado en las protestas en contra del Gobierno, las marchas pro-gobierno, y las elecciones Regionales de 2017, así mismo se pregunta por la posible participación en unas hipotéticas Presidenciales en 2018.

Al analizar qué hace que los entrevistados hayan participado de las marchas pro-gobierno o de las protestas en contra de este (Figuras 4 y 5), se observa que, nuevamente, la confianza en los líderes es indispensable. Aquellos que manifiestan una mayor confianza a los líderes del gobierno son más proclives a participar en marchas organizadas por estos. Mientras que quienes mejor evalúan a los líderes de la oposición son más proclives a participar en protestas anti-gobierno. De manera que, al gozar de mayor confianza entre sus seguidores le resulta más fácil movilizarlos (además de contar con recursos del Estado para tales fines), mientras que para la oposición la movilización es más cuesta arriba en tanto en cuanto sus seguidores poseen menos confianza en la dirigencia política. 




Figura 4: Probabilidad de haber participado en manifestaciones del gobierno según confianza en dirigentes gubernamentales  





Figura 5: Probabilidad de haber participado en manifestaciones de anti-gobierno según dirigentes en líderes de oposición 



En la figura 6 se muestran dos gráficas que muestran la probabilidad estimada de haber votado en las Regionales,  dependiendo del nivel de confianza que el entrevistado tiene -en promedio- de los líderes del gobierno (rojo) o de la oposición (azul).





Figura 6: Probabilidad de haber participado en las elecciones regionales 2017 según confianza en líderes gubernamentales y opositores

   

Estas figuras, aunque muestran la ya de por si alta probabilidad de participar también, muestran que a menor confianza en los líderes del gobierno menor la probabilidad de participar. Así mismo pareciera que la confianza en los líderes opositores no influye mucho en la probabilidad de votar. Los resultados son interesantes puesto que según lo visto en la figura 1, los simpatizantes del gobierno tienen lógicamente en mejor estima a sus líderes, lo que los haría más proclives a participar. Bajo esta misma lógica los simpatizantes de la oposición y los Ni-Ni serían menos propensos a participar por su poca confianza en el gobierno y en sus líderes.

Como se puede ver de estos análisis de participación tanto en elecciones como en marchas y protesta la confianza de los ciudadanos en sus líderes afecta significativamente la participación de estos en métodos de participación, tanto en los tradicionales (elecciones) como en los no-tradicionales (protestas). Sin embargo, la lógica nefasta de la exacerbada crítica interna dentro de la oposición aunada a lucha entre líderes opositores conduce a que en el seno de quienes no apoyan al gobierno la desconfianza sea mayor y, en consecuencia, su probabilidad de movilización sea menor. 

En Resumen

Este breve análisis de datos de opinión pública muestra la crisis de confianza en el liderazgo político nacional. Tanto los dirigentes del gobierno como los de la oposición no han sido capaces de responder a las expectativas de la mayoría del país. En el caso del gobierno, sus acciones han servido para reforzar la base de apoyo pero más allá de eso, el resto del país los observa con profunda desconfianza. En el caso de los dirigentes opositores la situación es mucho más crítica, pues incluso en el seno de los seguidores propios la confianza en moderada. 

Así las cosas, luego de un año 2017 tan conflictivo, y ante la ausencia de una respuesta política eficaz a la grave crisis que vive el país lo que hemos visto es que en la oposición abundan los dirigentes pero carece de líderes. Esta situación debería llamar la atención a esta heterogeneidad llamada oposición, la cual tiene como principal desafío plantearse seriamente un refrescamiento de sus caras más visibles, una apertura auténtica hacia la sociedad civil y el chavismo disidente y, por encima de todo, el establecimiento de un Frente Nacional que trascienda a los partidos con el fin rescatar no solo de la democracia, sino lo que queda país. En este sentido, una candidatura no partidista y de unidad nacional pareciera ser la opción que mayor posibilidad de generar confianza entre quienes adversan al gobierno de Maduro. De lo contrario, la desmovilización política, tanto electoral como de calle, facilitará una victoria electoral del gobierno, incluso en condiciones electorales adversas.


Referencias

Hetherington MJ. 1999. "The effect of political trust on the presidential vote 1969-1996" American Political Science Review 93-311-26

Stokes SC. 1999. What do policy switches tell us about democracy? In Democracy and Accountability, and Representation. A. Preworski and S. Stokes  and B. Manin (eds) Cambridge University Press


Scholz 1998 Trust, taxes, and compliance. See Braithwaite & Levi 1998, pp. 135-66






[1] Encuesta Post-Electoral Noviembre-Diciembre 2017. Empresa Encuestadora: Instituto Delphos. Cobertura Geográfica: El alcance geográfico es nacional, sin incluir el Distrito Capital (Municipio Libertador). Universo en estudio: El universo en estudio está comprendido por todas las personas de 18 años y más, inscritos en el Registro Electoral, en viviendas familiares de uso residencial permanente, ubicadas en centros poblados de 2.000 y más habitantes dentro del área de cobertura geográfica definida. Informante: Las entrevistas fueron del tipo cara-a-cara siendo el informante la misma persona seleccionada para la muestra dentro del hogar elegido. Tipo de Muestreo: Semi-Probabilístico Superior, bajo un esquema de dinamización de la cuota muestral en la última etapa del diseño. Clase de Muestreo: Estratificado Trietápico, Tamaño de la Muestra: El tamaño de la muestra fue de 1.200 personas efectivas. Período de Recolección: Del 03 al 20 de diciembre de 2017. Error Precisión de las Estimaciones: +/- 2,0%. Confianza: 95%.

02 noviembre 2017

Que pasó en las regionales del 2017? - Parte 2

Las pasadas elecciones regionales en Venezuela fueron caracterizadas por un sin número de irregularidades previas al acto electoral cometidas por el mismo ente encargado de velar por la transparencia de las elecciones, el Consejo Nacional Electoral (CNE). Todo comenzó cuando el CNE decidió postponer las regionales de Diciembre de 2016 a Octubre de 2017, que originalmente se llevarían a cabo el primer trimestre de 2017. La fecha se escogió finalmente cuando le convenía al gobierno luego de la instauración de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y del fraude cometido con esa elección -de la que todavía no se conocen números a nivel de mesa electoral como es costumbre. Otras violaciones se sucedieron tanto del "arbitro" electoral como de miembros del ejecutivo y del partido gobernante. Durante el día de las elecciones se reportaron otras irregularidades, como el movimiento a última hora de centros de votación, la expulsión de testigos opositores de mesas electorales, y la forma inusual y extremadamente rápida en la que se dieron a conocer los resultados (cosa que en otras ocasiones sería motivo de felicitación).

Antes del anuncio del CNE la opositora Mesa de la Unidad dió un comunicado apresurado donde  anunció que los resultados del CNE no correspondían con los de ellos cantando Fraude anticipado y dejando al electorado opositor en duda sobre lo que había pasado. Las siguientes horas y días no fueron útiles para esclarecer lo que sucedió ese día. Los comandos regionales no presentaron pruebas a excepción de Andrés Velásquez quien con las actas en la mano demostró la manipulación de resultados en el Estado Bolívar (tal es la evidencia que su recurso de impugnación fue aceptado por el CNE).

De los demás candidatos que argumentaron la existencia de fraude (Ocariz - Miranda; Feo La Cruz - Carabobo; García - Aragua) solo Carlos Ocariz ha presentado cierta argumentación y un recurso de impugnación. Una de las argumentaciones que ofrece es que luego de la hora del cierre votantes fueron obligados a votar para voltear los resultados. 



“A nuestros testigos los sacaron con violencia de los centros de votación”, sentenció Ocariz, quien denunció que en Ocumare del Tuy a los vecinos los buscaron y amenazaron con pistolas para que fueran a votar en centros que estaban vacíos luego de la hora de cierre. (fuente)

A pesar de que no se han presentado muchas pruebas al respecto este es uno de los argumentos relativamente más fáciles de visualizar dados los resultados del CNE.

A continuación, les presento cinco gráficas, una para cada uno de los siguientes estados: Carabobo, Miranda, Bolívar, Táchira y Sucre. En uno de estos estados ganó la oposición abrumadoramente (Táchira) y en uno el gobierno (Sucre); en uno los resultados están impugnados con claras pruebas de fraude (Bolívar); y finalmente en Miranda y Carabobo hay denuncias, pero ninguna prueba fehaciente. 



CARABOBO


MIRANDA


BOLIVAR


SUCRE


TACHIRA



Los gráficos muestran el total de votos por cada candidato a medida que se van reportando las diferentes máquinas. El cero son las 6pm hora oficial de cierre y a partir de allí se indica cada media hora (0.5, 1.5,  2.5) y cada hora (1,2,3). Varias observaciones se pueden hacer al ver estos gráficos:

1) El candidato ganador real (esto incluye a Velásquez en Bolívar) siempre lidera el recuento, así sea por poco (esto se puede observar en estos gráficos de todos los estados, ver visualizador).
2) Miranda y Carabobo son los únicos dos estados en los que las líneas se cruzan y el ganador del final no es quien venía ganando. OJO, esto NO ES EVIDENCIA
NI DE FRAUDE NI DE SU AUSENCIA. Lo que esto es prueba es de las posibles manipulaciones que se pueden hacer mientras se mantienen los centros electorales abiertos. Partidos con estimaciones de resultados pueden utilizar esos datos para movilizar a sus simpatizantes. Por lo tanto, le da veracidad a la denuncia que formula Ocariz. Sin saber el comportamiento de los centros en elecciones anteriores es difícil concluir algo, más sobre esto en otro post.

3) El gráfico siguiente muestra el porcentaje de centros -por estados- cuyos resultados fueron reportados al CNE. Aquí se puede evidenciar que para las 8 de la noche la mayoría de los estados ya contaban con una totalización cercana al 90%. Y dados los gráficos de tendencias irreversibles el primer boletín del CNE podría haber sido antes (se hizo casi 4 horas después del cierre a las 9:55pm). Esto pone en evidencia que el CNE tiene la capacidad para anunciar los resultados MUCHO ANTES de lo que normalmente lo hace. Para las 9pm se podría saber tranquilamente quién ganó. 




Si desean pueden visualizar todos los estados aquí:


30 octubre 2017

Que pasó en las regionales del 2017?



Siguiendo los pasos de Dorothy Kronig y Francisco Rodriguez que escribieron (aquí) sobre las razones del porqué de la victoria oficialista en las pasadas elecciones regionales en Venezuela decidí repetir el análisis que tras las parlamentarias del 2015 realize (aquí y aquí). En esa oportunidad argumenté que la oposición había logrado mantener sus votos duros y ganar votos de otros lados mientras que el PSUV perdía votos entre la abstención y la oposición.

Tomando entonces como punto de referencia las elecciones parlamentarias del 2015 podemos hacer el mismo análisis y ver que pasó entonces con esos votantes -y no votantes- del 2015. Esto lo haré mediante el análisis de transferencia de votos. Este método estadístico permite realizar una estimación del comportamiento individual en base a información agregada.

Usando esta técnica estadística comparé entonces las elecciones de 2015 y 2017 y estimé las transferencias de votos entre ambas. En total para cada elección hay cinco posibilidades:- votar MUD- votar PSUV- votar a OTROS partidos- votar Nulo- abstenerse


Las figuras 1 y 2 muestran hacia donde van los votos de la MUD (figura 1) y del PSUV (figura 2) del 2015 al 2017. Lo primero que se observa es que de la MUD 2015 salen dos grupos grandes uno de votos que se queda la MUD en 2017 (cerca del 67%) y otro que se va hacia la abstención (31%). Por el contrario la figura 2 muestra que el PSUV mantiene cerca del 97% de votos entre 2015 y 2017. 


Figura 1. Transferencia de votos MUD 2015
 
Figura 2. Transferencia de votos PSUV 2015


Para terminar de ver el panorama de transferencias la figura 3 muestra todos los cambios. Al ver esta gráfica hay que recordar que la MUD obtuvo 56%, el PSUV 41% del total de votos válidos, y hubo una abstención de cerca del 25%. Esto se traduciría en que sobre el universo de electores la MUD obtuvo 42% y el PSUV 31%, mientras que el otro 3% se dividiría entre votos nulos y para otros partidos.



Figura 3. Transferencias de votos 2015-2017


Este análisis permite entonces ver que donde la oposición pierde votos -ceteris paribus- es donde más votos tenía en 2015. Y pareciera corroborar la hipótesis de que el gobierno ganó porque logró ahuyentar al electorado opositor.

Seguiremos los análisis ....